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Додано: 20 вересня 2001р.

Los inicios de la pintura española

     España es tierra de extremos. Pobreza y orgullo, opresión e ímpetu revolucionario se presentan con igual intensidad a lo largo de la historia española. En su pintura nacieron, florecieron y declinaron numerosas escuelas de carácter local, mas el impulso decisivo lo presentan personalidades relevantísimas, cada una de las cuales vale por toda una escuela: El Greco, Velázquez, Goya, Picasso.
    Los primeros pintores de la Península Pirenaica eran los artistas de las cavernas, hace unos veinte mil años. En sus pinturas representaron bisontes monumentales, como héroes trágicos, utilizando colores sombríos de tonalidades marrones. Estos colores caracterizaron posteriormente la pintura de ese país quemado por el sol, de este pueblo digno y pobre.
    Los pueblos de la península llamada Ibérica se formaron durante varios milenios. Se ignora cuando vinieron los íberos. En el siglo 5 a.n.e. vinieron los celtas. Más tarde, los mercaderes fenicios y griegos fundaron ciudades en las bahías abrigadas, cerca del Gibraltar. La península fue unida al Imperio Romano con el nombre de Hispania. Al desintegrarse el Imperio Romano, llegó a la península la oleada migratoria de los visigodos y otros pueblos germánicos. Después del año 711 los árabes invadieron Europa cruzando el Gibraltar. Su objetivo era convertirla al espíritu del Corán, a su fe.
    En 732 el avance de los árabes fue detenido cerca de los Pirineos y ellos tuvieron que contentarse con la Península Pirenaica.
    Aunque la finalidad de los árabes fue la conquista, sin embargo ellos se mostraron tolerantes hacia las religiones de los cristianos y los judíos en los territorios ocupados. De la unión y mezcla de estas culturas nació la cultura mozarabe. Esta definición se creó para determinar el fenómeno cultural nacido de los cristianos que no abrazaron la religión mahometana, pero hablaban el árabe y, en parte, vivían según las tradiciones árabes. El arte mozarabe utilizaba tanto elementos prerrománicos como románicos y moriscos, ante todo en la construcción de las iglesias. Los árabes dejaron en la península una rica herencia cultural.